Reflexionando sobre un adios

domingo, 18 de diciembre de 2011
Le dije adiós sin saber que significado tendría.
Hoy ya no esta y le extraño, aunque al parecer
no lo haga. 
Le dije adiós a su cuerpo físico, no a su amor, ni a sus
valiosas enseñanzas. Me quede con el consuelo de
que ya no sufre, de que ahora esta en  un mejor 
lugar.
Le dije adiós a su voz, a su sonrisa, al calor de su 
mirada, pero ahora las llevo en mi mente. ya no le puedo 
abrazar, pero espero poder poner en practica todo
lo que me enseño. 
Le dije adiós, pero siempre estará viva en mi corazón.
Aspiro a que como ella pueda ayudar a otros y amar 
sin condición. 
En vida fue una mujer trabajadora, luchadora e incondicional,
ahora queda que los que le amamos sigamos su ejemplo.
Madre donde quiera que estés te amare por siempre.